Translate

sábado, 29 de septiembre de 2012

Percepciones.


Percepciones.
Sí, sí, observo que sientes, sin embargo aprecio una frialdad, un distanciamiento. Igual, es percepción en mi forma de mirar. Tu forma de hacer las cosas, me desubican, mi capacidad de asimilar los sentimientos, no llega a captar los requerimientos. Los estadios serán diferentes, no estaremos en el mismo. Sería en una visita de captación, donde vi tu mirada y me prendí de ella. Tú, añadiste nuevas especies al zoo particular. Sí, pues un fetiche, quizás sea. Quizás en lugar privilegiado. Hay mascotas con mejor vida que muchos hombres. Tuvieron suerte. Les eligieron en un estadio inferior, para subirle a otro por encima de su imaginación.
 A cambio, sumisión. Hoy te peinaré, hoy no. Hoy te pongo guapo, te luzco, después a tu jaula, no te vayas a acostumbrar. Sí, sí percibo. Será tu forma de hacer las cosas. Ya sé que no debiera pensar, no es uno de mis dones, pero algún vestigio pasado de mi otra vida, quedará. Ya sé, vivo mejor que muchos. Tengo una vida plena de lujo y ociosidad, gracias a ti. Pero me estás recluyendo en una vasija de cristal. Muy bella, por cierto. Y si un día, vuelves de cacería, encuentras otra especie en extinción?. Otra maravilla natural, a proteger. Otro juguete querido. Igual ese día, se te olvide dejar entreabierta la salida, o mejor dicho la entrada. Pues por ella se cuela el aire, fuente de vida. Pero un olvido, lo puede tener cualquiera. El aire, no entrará. 
Y la dilapidación de la lúcida mascota, otrora muestra de orgullo y deleite, pasaría a pertenecer al conjunto valioso. Sí, valioso, el conjunto de trofeos, de especies raras, atesorado en tu eterna vida, diosa.
Es el peligro de los caminantes errabundos, conocen y son conocidos. Comparten y son compartidos. La transparencia se nubla cuando el aire gélido de las penumbras consigue envolver al espíritu libre y entregado.
Ya sé, es solamente una percepción que no clarividencia, eso pertenece a tu estadio. Será, corrupción de mi alma, empacho de existir dónde no debería. Privilegio regalado, no es derecho. Equivocamos tener derecho con un regalo acostumbrado.
Los simples mortales nos miramos en el espejo del lago. Con eterna calma, aparece una bella imagen. Tú, ella al lado tomándote de la mano, iguales. Te pasea orgullosa. Hasta que una nueva especie aletea en las cercanías y su aire, para el débil reflejo, en huracán se convierte. 
Destrozando la imagen idílica. La realidad te devuelve un paseo de la diosa con su nueva figura. La observas marchar, sabiendo que olvidó aposta, la tapa hermética de tu jaula de cristal. 
Entonces agradeces, las ramas de Nerium oleander que te dejó pulcramente en un rincón. 
Te facilita la salida, dulce sueño deseas, ella te concede tu último deseo. Te enseñó, enriqueció, te excluyó.
Sé que no es clarividencia, es sólo una percepción. No me es permitido pensar. Pero será un vestigio primigenio, de mi otra vida como humano. El camino está servido.




viernes, 28 de septiembre de 2012

Siempre.


Siempre.
Despunta la mañana. Otro día. Gracias. Por ver luz penetrar por las rendijas entreabiertas de mi ventana. Por el azote fresco de la mañana, al abrirla. Por concebir el escalofrío de sentir, de vivir.
Otro día vamos a emprender la marcha monótona, agenda apretada pues somos masoquistas. 
Creamos necesidades alrededor nuestro, sus obligaciones conlleva, ficticias. Sustraemos ese tiempo precioso, ese disfrute del roce matinal con esa piel amada, ese juego cariñoso, esa palabra romántica en desuso por la rutina, traidora. Todos la esperamos, esa sorpresa de decirle, siempre estaré contigo. Uys, querrás algo. No, no quiero nada, bueno eso. Que siempre estés conmigo.
No puede ser, un camino adusto todo nuestro tránsito para llegar a un páramo,y dejarnos arrebatar lo más ansiado. Tuvimos que desgarrarnos las uñas, destrozarnos los pies recorriendo distancias insalvables, a primera vista, superadas. No puede haber un triste páramo de incomprensión y muerte, un abismo por donde despeñarse en esa cúspide, tan anhelada, tan sacrificada de alcanzar, tan escrutada. El traidor miedo fastidioso, desganado y ruin, no logrará atenazarnos el corazón. Muy duro fue encontrar el valor de atrevernos a conseguir la estrella inalcanzable, para dejarnos arrastrar a ese despeñadero. Hemos de conquistar la fundición esencial de nuestros seres. 
Para transitar el retorno asidos de la mano, encorvando nuestros cuerpos por la llamada de la gran diosa. Con un solo espíritu, un solo sentimiento intercambiable en nuestros cuerpos duplicados en presencia y unidos en esencia.
Siempre, no es casi siempre. Es rotundo el laudo. No permitiré la decoloración de tus mejillas. Regaré diariamente, momento a momento ese jardín de la alegría que plantamos juntos. Sí, soy humano y es posible a veces pueda parecerte dejo en el saco del olvido, tus mimos, tus cuidados. Ahí debes de recordarme tú, una mirada cómplice, esos ojos anhelantes serán suficiente invocación. Mis dedos se tornarán de laurel, cuan diosa se merece. Tus susurros serán cantos de sirenas. Déjame llevarte en volandas hasta la puerta del edén.
Quiero poder observarte cada día en tu lecho mientras sueñas. Sentir tu respiración, tu jadeo, tu aliento cercano, poder revolver tu pelo. Transmitirte mi calor, mi deseo, mi adhesión incondicional. Hacerte estremecer en tus fueros. Palidecer cuando te dejes llevar, sin miedos, pues confías en el asidero que te proporciona mi proximidad.
Quiero las tormentas, los rayos tronar, las lluvias amenazar inundaciones, para hacerte sentir segura, para ser tu héroe. Quiero seguir soñando, con los ojos abiertos. No quiero cerrar los ojos. Temo el despertar, y todo haya sido un cuento del mundo onírico. No quiero cerrarlos hasta completar la lección de nuestras vidas.
Siempre, es siempre, no es casi siempre. Y estaré. A tu lado.
En este enlace podéis pinchar si queréis seguir la publicación de los textos del libro SALPICADURAS . Ya tenéis los cinco primeros  relatos completos, pronto el sexto. EL PILAR DE LA MEDIA LEGUA. con las ilustraciones de José L. Martínez REBOTE.



martes, 25 de septiembre de 2012

Senderos.Caminos.Misiones.


Senderos.Caminos.Misiones.
Cuando nacemos, sin saberlo estamos predestinados a vivir en unas condiciones ya sobrevenidas. Los vientos escriben círculos, nos vienen de cola, sin esfuerzos logramos lo que soñamos. No valoramos su inestimable ayuda. Ellos giran, no están cabreados por nuestro desagradecimiento, los vientos no se cabrean, aunque nosotros a veces percibamos unas ventiscas, no llegamos a comprender, son circulares. A veces van, otras vienen.
La misión nos lleva a sitios indescriptibles, lugares maravillosos, lugares horribles. A conocer personas maravillosas, personajes horribles. A ver, a observar, a sentir, a tomar partido, a llorar por no haberlo hecho, a seguir luchando por no errar, por corregir situaciones nuestras y a clarificar la de otros, que ayuda quieren, ansían esa mano, ese báculo, esa pata, esa columna, donde sustentar el desequilibrio, o incluso el comienzo de un nuevo proyecto, una nueva vida.
Los habremos con claridad de ideas, cultos, sabedores de su destino, los habremos cegados por las infinitas posibilidades que el elenco humano nos entrega para dañar, los habremos abnegados con nuestro día a día, sin preguntarnos más que si lo hacemos lo mejor que sabemos. Los habremos que disfrutaremos experimentando los innumerables sadismos, pues notaremos el beneficio que nos repercute, y nos dará igual los atropellos generados en el camino de su consecución. La casualidad nos aliviará la desazón de inexistentes explicaciones en nuestro imberbe raciocinio. Éste madurará con nuestro aprendizaje diario, con nuestro roce con otros, quizás el más desarrollado no llegue nunca a convertir esa casualidad en causalidad benefactora. 
En cambio si consiguiéramos unir esos cuantos, esas ínfimas partículas, lograríamos ser dioses. Y volveríamos a crear seres perfectos, inmaculados y deseosos de disfrutar de la alegría de estar.
Esos vientos a veces azotarán nuestro rostro, quebrando nuestra visión, mal formándola. Esas situaciones son las que requieren una mayor entereza de espíritu, un más convencimiento en nuestra destreza para solventar las vicisitudes presentadas. 
Es cuando miradas deseosas de estar, han de ser llamadas y acogidas con el pecho abierto, comunicarse, unificar criterios y decidir el más acertado a ojos mil, independientemente del origen. Quizás salió el rumor de la caverna más profunda, más nauseabunda. 
Quizás por su experiencia, por su cercanía al averno, o su utilización errado en otro estadio. No importa. Corregir aportando su grano al gran reloj, será suficiente penitencia. 
Abrió los ojos y quiso ver, esa es la máxima que debemos buscar. Ver más allá, y no temer las penas impuestas. Las diferentes situaciones requerirán diferentes respuestas. No cerremos puerta alguna. Aunque corramos el riesgo de ser apuñalados por la mano más querida.
 No debemos temer buscar la verdad. Pues supera en grandeza la mentira mejor curtida. Abramos los ojos, la visión está delante y el camino está trazado, no falta luz, ni brillo. La grandeza del ser humano se mide por su capacidad de reírse de sí mismo.
En este enlace podéis pinchar si queréis seguir la publicación de los textos del libro SALPICADURAS . Ya tenéis los cinco primeros  relatos completos, pronto el sexto. EL PILAR DE LA MEDIA LEGUA. con las ilustraciones de José L. Martínez REBOTE.







domingo, 23 de septiembre de 2012

La Sal.

La Sal.

Diluida, invisible, presente, escurridiza, preciada, fuente de conservación, rastro visible dejas sobre piel que te posas.
Discurrimos entre estrechos senderos, franqueados por enormes sombras provocadas por no menos grandiosos árboles, a veces agradecemos su cobijo, otras, cuando la luz del día desaparece su misma presencia, despierta los dragones que nos atenazan.
Insípida, incolora, gris se torna la mañana, homicida de la noche, búsqueda sempiterna. Un logro como el encuentro, el choque brutal del blanco y el negro. No se mezclan, pero dejan huella en ambos interiores, penden del hilo inocente. Y se armonizan.
Blanca se convierte en luz cegadora sobre fondo de oscuridad arenoso. Dejando traza diluida quimérico de anular.
Sabor buscado, entre los sabores. Que probado jamás olvidado, peligrosa dicen unos, deliciosa otros, conservadora de vida, alegradora de paladares. Pruébala y sonreirás. Crea adicción. Sin ella no podrás después pasar, el doctor no probar te dirá.
Sabio aquel, tras observación, pruebas y muchos errores entendió. La luz del astro rey, hará el trabajo de hacerla aparecer. Su único, que no fácil, ni baladí encargo será conservar después de conseguida. En recipiente adecuado, libre de humedades que le lastimen su alegría, que recuerde añore donde diluida sus principios tenía. Volver a perderse en el diluido fluido, de donde la separaron.
Hombre completo no vive sin alimento. Fuente principal de sustento. Con chispa en su alimento, mejor. Los doctos dirán, se puede pasar sin ella, y el cuerpo lo agradecerá. Los amantes de la alegría dirán, qué es un cuerpo eterno, vivo como roca que no siente, no paladea, no saborea un sublime bocado porque el docto, que sólo supone, le diga o no, no, eso te hace daño. No pensó en el daño horrendo de vivir sin sabor.
Los idealista contrapondrán, si no lo descubres, no añorarás. Y les respondo, qué sabio se conforma con no conocer. Qué querrá lograr ser el más ignorante, el más sabio desconocedor, ese será su ascetismo?.
Camina el mundo, desgasta zapatillas entre los hombres y saborea la chispa que portan. Cuando la sal sazone tu alimento, comprenderás que es mejor morir de hipertensión y feliz. Otros peligros nos tragamos durante la vida, y creemos que esos son inevitables.
Así, en contra del juramento hipocrático y los posibles detractores. Tú, siempre conmigo, Sal. Chispa que enciendes mi alegría, cuando me rodeo de mi alimento. Luz, que iluminas mis bocados más preciados. No faltes nunca de mi mesa. Te descubrí o te me descubrieron, Sal. Gema de vida.


sábado, 22 de septiembre de 2012

Tengo el espejo.


Tengo el espejo.
Siempre estará el aguador de fiestas que pretenderá estropear las celebraciones de los bien intencionados. Ellos son hedonistas de su testa putrefacta, si no se les invitó a salir en la foto exitosa, no habrá foto. Son putos egocéntricos, utilizarán las tablas interpretadas como jueces celestiales, sin percatarse que están más cerca del averno de lo que ven, pues son miopes, no tienen espejo donde mirarse.
Si tuvieran grandeza reconocerían las buenas maneras del contrincante, en la lucha hay que ser noble y ellos son bárbaros. La Subrepticia estirpe le comanda.
El martillo atronador imparable lo situará donde merece. Sus errores le arrastrarán sin percatarse de ello, cegado por su miseria.
Las buenas obras deben ser bienvenidas, vengan de donde vengan, incluso del ser más detestable, el que rechaza el espejo.
El espejo ha de estar en el centro de tus pensamientos, pues en él han de verse y poder así lograr perfeccionar, pulir las incorrecciones, hasta el día del festejo.
La transformación es lenta, necesita su incubación, debe de lograr desarrollarse perfectamente, tomar dedos de muchas manos, laurel de muchas coronas, vientos de todas las direcciones, no rechazar miradas, todos los ojos pueden aportar, hasta quien mira de reojo o con intenciones insanas. Todo se filtra por el tamiz universal, la experiencia ha de aprovecharse, no hacerse ley intocable, ni desechable.
Esas dudas que surgen, mirándonos al espejo podrán ser corregidas. Hay que mirar el trasfondo del mismo, el lugar donde se reflejan las imperfecciones y así poder ser conscientes de ellas. Si miramos la superficie, el espejo no quiere sucumbir, y reflejará las notas que tu oído quiera ver.
La honestidad contigo mismo ha de ser el arma a utilizar para encontrar la verdad. Centra la mirada en la sombra oscura de tu alma, escudriña y cuando no encuentres esquirlas de batallas perdidas, entonces dejarán las sombras el lugar al brillo que concierne.
Ríete de ti mismo, si logras ser el bufón de tus sueños, todos disfrutarán, el bálsamo se apoderará del círculo y podrás pintar los cuadros más redondos que hayas soñado jamás.
Ya sabes, el espejo, mírate al espejo. Y no pierdas de vista el objetivo. No vayas a olvidarte y acabes peinándote, con una mano en el espejo y otra en el peine.
Busca, observa, disfruta, aprende, verás como hallas…